Estado del conflicto en el Ballet Estable del Teatro Colón

Por Analía Melgar

Coordinadora de la comisión de investigación
“Cultura Coreográfica”
del Centro Cultural de la Cooperación
analiamelgar@gmail.com


Ya antes de la reapertura del Teatro Colón, el 24 de mayo de 2010, diversos conflictos enfrentaban a los directivos y a los cuerpos artísticos. Con el correr de los días, la solución no se aproximaba, sino que el diálogo se endureció. Uno de los cuerpos con mayor tensión es el del Ballet Estable del Teatro Colón. A su reclamo histórico por más funciones, y por el irresuelto pleito en relación a la ausencia de normativa legal que ampare jubilaciones especiales para bailarines, se sumó desde el 24 de mayo, el estado de los espacios donde el Ballet Estable del Teatro Colón debe ensayar y dar funciones.
Frente a esto, la visión de parte de los directivos y funcionarios parece diametralmente opuesta.
La situación llegó al punto de que la Dirección del Teatro Colón canceló todas las funciones programadas para el Ballet Estable desde fines de octubre hasta final de 2010, incluyendo las presentaciones de Paloma Herrera como invitada los días 29 y 31 de octubre.
Desde esta página, ofrecemos al lector una serie de materiales para que pueda extraer sus propias conclusiones y tomar posicionamiento sobre este tema que supera las cuestiones de índole artística (de por sí importantes) y toca responsabilidades ciudadanas y destino de presupuestos públicos.

Aquí podrá leer:
1- Comunicado de prensa de la Dirección del Teatro Colón, sobre suspensión de funciones.
2- Contestación a Comunicado de prensa del Teatro Colon sobre la suspensión de la temporada de ballet, de parte de un grupo de bailarines del Ballet Estable del Teatro Colón cuya lista completa aún no se dio a conocer (material suministrado por la bailarina Silvina Perillo).
3- Entrevista aquí completa de Analía Melgar con bailarines del Teatro Colón, que fuera publicada en versión abreviada dentro del diario Perfil, con título “El baile como religión”, el 5 de septiembre de 2010.
4- Link a la reacción de Paloma Herrera.
5- Link a testimonios de bailarines del Ballet Estable del Teatro Colón.
6- Link a la carta de los bailarines al director del Teatro Colón, del 7 de octubre de 2010.
7- Link a la página Web oficial del Teatro Colón.
8- Link a la página Web de algunos artistas del Teatro Colón.

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1- Comunicado de Prensa de la Dirección del Teatro Colón,
sobre suspensión de funciones


Comunicado de prensa: 21 de octubre de 2010
Suspensión de las funciones de El Corsario y La Bayadera

La Dirección del Teatro Colón lamenta comunicar la suspensión de la programación de la Temporada 2010 del Ballet Estable (funciones de abono y extraordinarias de El corsario y La bayadera)
Motiva esta suspensión el grave incumplimiento de las labores por parte del Ballet Estable del Teatro Colón a partir del día 29 de septiembre próximo pasado, fecha en que unilateralmente parte de este cuerpo artístico se negó a realizar los ensayos correspondientes a la preparación coreográfica de la obra.
Las conductas llevadas a cabo por parte de los integrantes del Ballet Estable y las sucesivas negativas de los bailarines a cumplir con sus obligaciones, trajo aparejada la imposibilidad de completar la producción del ballet “El Corsario”, cuyo estreno estaba previsto para el día 29 de octubre. Esto implica no sólo la imposibilidad de prestar el servicio público al que está obligado el Teatro y sus trabajadores, sino una falta de consideración hacia el público abonado al ballet y una inmensa pérdida de los recursos del Estado, valorados en una suma superior a los 4 millones de pesos para lo que restaba de la temporada programada.
Es de señalar que poner en escena una obra de estas características, no sólo incluye la preparación del Ballet, sino también el trabajo de diseño de la producción escenográfica y lumínica, comenzada el año pasado, de montaje musical de la Orquesta Estable, también ya concluida, y el de montaje de la producción escenotécnica que se inició hace tres meses y se encuentra concluida y montada en el escenario. De igual modo, ya están confeccionados los 180 trajes que realizó la sastrería del Teatro.
La imposibilidad de presentar el ballet con el nivel artístico requerido y la absoluta falta de garantías respecto del trabajo futuro de un grupo de bailarines obliga a suspender la actividad 2010 de este cuerpo estable.
A la brevedad se comunicará, a través de los medios de comunicación y de la página web del Teatro, la forma y período de devolución del dinero de los abonos y sobrantes.

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2- Contestación a Comunicado de prensa del Teatro Colon sobre la suspensión de la temporada de ballet, de parte de un grupo de bailarines del Ballet Estable del Teatro Colón


Buenos Aires, 22 de octubre de 2010.

SR. DIRECTOR GENERAL Y ARTÍSTICO DEL ENTE ANTÁRTICO TEATRO COLON
Mtro. Pedro Pablo García Caffi
S / D

Ref: Contestación a Comunicado de prensa del Teatro Colon sobre la suspensión de la temporada de ballet

De nuestra consideración:

Los abajo firmantes, en nuestro carácter de integrantes del Ballet Estable del Teatro Colon de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, nos presentamos al Sr. Director y decimos:

1. Rechazamos el comunicado emitido por las autoridades del Ente Autárquico Teatro Colón, porque resultan falsas y evasivas de la responsabilidad exclusiva en la decisión de suspender la temporada del Ballet Estable. Nunca existió ningún grave incumplimiento por parte de miembros del Ballet, sino reiterados incumplimientos por parte de la Dirección del Teatro hacia la Compañía y a las obligaciones a su cargo.
2. Los miembros del Ballet Estable convocados cumplimos estrictamente con nuestro horario de trabajo, sin poder ensayar porque las autoridades no efectuaron las refacciones necesarias en el piso de las salas de ensayo y escenario para poder ejercer sin riesgo y con condiciones artísticas nuestra profesión.
3. Negamos que haya habido decisión unilateral, porque se solicitó por Carpeta 1.154.229-EATC-2010 de fecha 30-09-2010 condiciones dignas y equitativas de labor, reiterando lo ya solicitado el 10 de junio de 2009, hace más de un año de la fecha. La Dirección del Teatro no tomó ninguna medida para mejorar esas condiciones solicitadas.
4. Resulta erróneo la afirmación de que “parte de este cuerpo artístico se negó a realizar los ensayos”, ya que la totalidad de los convocados al ballet “Corsario” asistíamos a los ensayos programados sin poder realizarlos por lo expuesto anteriormente.
5. La falta de consideración hacia el público abonado al ballet y la pérdida de recursos del estado es absoluta responsabilidad de la Dirección del Teatro, que no realizó las tareas necesarias para otorgarnos condiciones dignas de labor e incumplió la ley 471 al ingresar personal sin concurso en calidad de "refuerzos" y otorgarles tareas correspondientes a los miembros del Ballet Estable ingresados por concurso, conforme lo dispone la Constitución de la Ciudad y la ley mencionada.
6. No es cierto que la “producción se encuentra concluida y montada en el escenario”, cuando recién se comenzaría a montar en estos días, ya que hasta ayer estaba montada el programa anterior de ópera.
7. La “falta de garantías del trabajo futuro de la compañía” la da la propia Dirección, por su inacción para solucionar los problemas suscitados y los continuos malos tratos a los que hemos sido sometidos.
8. Por consiguiente, consideramos que la decisión de suspender la programación es de total responsabilidad de la Dirección del teatro en la medida que incumple obligaciones emergentes de la Constitución y de la ley.
9. Requerimos se nos otorgue tareas conforme a derecho y hacemos reserva de reclamar judicialmente los daños y perjuicios otorgados por la arbitraria decisión.


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3- Adelanto del conflicto, en los testimonios de dos bailarines: Silvina Perillo y Alejando Parente.

Entrevista completa de Analía Melgar, publicada en versión abreviada dentro del diario Perfil, con título “El baile como religión”, el 5 de septiembre de 2010.

El Ballet del Colón, hoy

Silvina Perillo y Alejandro Parente, dos de los bailarines con más años de trayectoria en el Ballet Estable del Teatro Colón, cuentan desde adentro cómo está la compañía. Problemas, muchos: dirección, maestros, medicina, jubilaciones, salones, repertorio, funciones. Esperanzas, algunas: todas se apoyan en la entrega de artistas que están dispuestos a seguir dando todo de sí mismos

Por Analía Melgar

Calidad artística y calidad de trabajo: son las necesidades más urgentes que expresa el Ballet Estable del Teatro Colón, a través de dos de sus mejores figuras, Silvina Perillo y Alejandro Parente. Ella se formó con Wasil Tupin y Mercedes Serrano; a los 10 años, bailó con Maya Plisetskaya. Ahora tiene 42 años, 23 de los cuales los ha pasado dentro de una institución que los colma de orgullo y de aflicción, al mismo tiempo. Él, después de haber hecho la escuela en el Colón, ingresó a la compañía a los 16 años, y desde los 19 asume los principales roles.
La situación para los bailarines del Colón desestabiliza la vocación que los sostiene desde muy pequeños. En los tres duros años con el edificio cerrado, algunos bailarines no resistieron y se fueron. Desde 1994, no tienen ley para jubilarse dignamente; el peligro de una jubilación forzada y con porcentajes mínimos es inminente. Desde 1992, los concursos de categoría están congelados. Además del reclamo histórico por más funciones anuales, la calidad artística viene mellada por sucesivos cambios de directores, reducción de maestros especializados, carencia de tratamientos kinesiológicos especializados y de emergencia traumatológica in situ, falta de criterios para la programación...
José Miguel Onaindia, abogado y especialista en políticas culturales, intenta comprender por qué se llegó a esta situación: “En varias décadas no ha habido una mirada sobre la reorganización administrativa del teatro. No hay voluntad política. Tampoco se favorece la consolidación de los cuerpos. La atención está en el patrimonio arquitectónico y se olvida el patrimonio intangible: las personas que producen el arte y los oficios”.
Sin embargo, al descuido, los bailarines responden dando lo mejor de sí; no hay nada que deseen más que bailar más y mejor. Aquí, el testimonio de Perillo y Parente, dos artistas que miden sus palabras, porque saben que se juegan su puesto con cada respuesta y con cada silencio:
Ustedes han pasado por diferentes etapas del Colón...
Alejandro Parente (AP): Hubo una muy buena dirección en el periodo de Raquel Rosetti. En los 90, hubo coreógrafos, obras de nivel internacional, buenos maestros. Por ejemplo, vino Makarova a montar Bayadera, vinieron obras de Balanchine, maestras del Kirov que pasaban largos periodos con nosotros. Mi gran maestra Rada Eichenbaum me dio su tiempo, su cultura, me enseñaba sobre filosofía, sobre la vida. Hubo una generación de maestros que no sólo te daban la clase; también te daban café con leche, un “post-clase”, conversaciones, anécdotas…
Silvina Perillo (SP): Era un trabajo meticuloso que se reflejaba sobre el escenario. Para un bailarín, es fundamental formar no sólo el cuerpo, sino la mente. Décadas atrás había una mística dentro de las clases, que hoy en día no siempre se da con los maestros actuales.
¿Y cómo se sienten en el presente?
AP: Los últimos tres años fueron muy duros. En el camino, hubo compañeros que se lastimaron o que no resistieron la situación. Estar sin el Colón, bailar sin orquesta… comenzó una decadencia.
SP: Si bien ensayábamos en la Sociedad Hebraica, que nos recibió muy bien, las salas no eran adecuadas: el piso no era bueno, los techos eran bajos. Una vez, en una de las levantadas, una bailarina se agarró el pie con un ventilador de techo. Ahora ensayamos acá en el Colón, en la sala 9 de Julio, que todavía está incompleta: recién ahora hay calefacción, falta el espejo y el piso es inestable.
¿Cómo fue la inauguración del 24 de mayo?
SP: Fue algo manejado por el protocolo de la Ciudad de Buenos Aires, que invitó a sus conocidos. No fueron invitados ni maestros como Olga Ferri, ni primeros bailarines como Mercedes Serrano, Iñaki Urlezaga. Lo que más me dolió fue que no importaba lo que pasaba arriba del escenario, sino en la alfombra roja. Bailamos Alejandro y yo, y nadie se enteró de quiénes éramos. El que comentaba en la televisión decía “me gustó la bailarina, el bailarín” pero no sabía cómo nos llamábamos. En ningún lado se publicó. Ese tipo de descuidos no pueden pasar en el Teatro Colón.
¿Qué sintieron con las recientes cancelaciones de funciones de Manon?
SP: Ya estamos acostumbrados a que se cancelen funciones. Es una frustración, porque es mucho trabajo, para al final tener sólo dos funciones.
AP: El reclamo era justo, pero no convalido que se hayan levantado ensayos y se hayan cancelado funciones, pues sólo dentro del Ballet somos más de 100 personas y tenemos diferentes criterios.
¿En qué situación están sus jubilaciones?
SP: Nuestros abogados lo explican mejor. Nuestra vida útil es corta: desde los 20 a los 40 ó 45 años. Hemos aportado toda la vida para una ley que ya no existe. Si yo me jubilara hoy, me iría con alrededor de un 20% del sueldo. Además, nuestro sueldo es bajísimo: el portero de mi casa gana más que yo.
¿Qué le pedirían al Teatro Colón?
SP: Que se coloque un piso para el escenario, porque el del 24 de mayo no era acorde a los saltos que hacemos. Que haya trabajo kinesiológico y traumatológico especializado. Son pedidos muy cuerdos, pero a veces te miran con cara de que estás loco.
AP: Que no seamos un ballet de programación, sino mantener obras, y al mismo tiempo, preparar otros programas. Que haya un cuidado desde la dirección. Que haya coach para los primeros bailarines. Que haya maestros para varones. El Colón está haciendo estos pasos, pero falta. Jubilándonos mal, sin continuidad, con luchas, con dificultad para el entrenamiento, olvidamos el punto más importante: qué preparación y qué repertorio debe tener esta compañía.
¿Hacen una autocrítica como bailarines?
AP: Claro. Entre los propios compañeros, colegas, ex bailarines, nos hacemos un daño… A menudo no tomamos decisiones rápidas… Más allá de las direcciones, buenas o malas, estamos nosotros, nuestra responsabilidad profesional.
Pese a las dificultades de estar en el Colón, ustedes permanecen. ¿Por qué?
SP: Mi trabajo es mi vocación, es más fuerte que cualquier cosa. Cuando la estás peleando del alma, vas más allá del papeleo. Además, ¡a mi edad no me van a tomar en ninguna otra compañía! Soy realista.
AP: Acá hay un sentimiento que uno tiene de “hogar”: esta es tu casa, donde te criaste. Es un gran teatro, que se merece lo mejor. Un teatro de semejante magnitud te cultiva el espíritu de lo sagrado, lo asombroso, el misterio del arte. Da mucha tristeza cuando las cosas se marchitan. En estos años tan duros, hemos hecho que la llama, aunque era llamita, se mantuviera viva, para protegerla de tanto maltrato.


Juicios en danza
El abogado José Miguel Onaindia lleva adelante uno de los juicios iniciados por bailarines del Ballet Estable del Teatro Colón. Explica cuál es la situación: “Los bailarines del Colón tenían un régimen de jubilación especial, creado en 1974 por una Ordenanza del Consejo Deliberante, que les permitía jubilarse, con 20 años de aportes, a los 40 años y con el 82% móvil de su haber. Podían optar entre jubilarse o pedir continuidad en el cargo, si respondían a las exigencias de un examen. Pero en 1994, se dictó la ley 24241, del Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones, Menem disolvió por decreto presidencial la caja de empleados municipales que tenía los aportes acumulados por estos bailarines, cuyas futuras jubilaciones pasaron a la jurisdicción nacional, con pérdida de fondos. Además, en 1996, el Consejo Deliberante suspendió la antigua ordenanza de jubilaciones especiales para bailarines, hasta tanto el Congreso no dictara una ley especial. Pero, desde entonces y hasta la fecha, nunca se dictó esa ley. Dentro de ese vacío legal, tampoco se había intimado a jubilarse a ningún bailarín. Sin embargo, en diciembre de 2009, casi todos los bailarines que tenían 40 años recibieron, de parte de los RRHH del GCABA, una intimación a jubilarse, en un comunicado que no invocaba ningún régimen especial de jubilación, como sí existen para los bailarines de los teatros de La Plata y de Bahía Blanca, quienes, por pertenecer al ámbito provincial, no tienen estos problemas. Entonces, los bailarines del Colón tomaron tres diferentes abogados que iniciamos acciones legales paralelas. Hoy, todas las intimidaciones están suspendidas precautoriamente por la justicia, con unanimidad de criterios entre todos los jueces intervinientes en cada una de las tres causas iniciadas. Pero falta una definición final. Entre tanto, la ley especial está derogada y los bailarines, incluso los que están en condiciones y quieren hacerlo, no se jubilan y realizan roles de paisanos, reyes o duquesas, roles menos exigidos. Esta situación sólo se destrabaría si un diputado lograra que una ley de jubilación especial fuera tratada y aprobada en el Congreso”.
“Con respecto a la autarquía en el Teatro Colón –continúa Onaindia–, la ley está aprobada y en aplicación, pero no se refleja en los actos. Por ejemplo, el directorio no está integrado por un representante de los trabajadores, como debería ser, ni los directores son nombrados por concurso. Según esta ley, los directores artísticos deben ser nombrados por concurso y no por designación, pero esto no es así con quienes están ejerciendo. Asimismo, los concursos dentro del Ballet están congelados. Para ingresantes, el último concurso fue en 2002. Y para ascender de categoría, no se hacen desde 1992. Por ejemplo, Silvina Perillo pudo entrar; Alejandro Parente, no. Así, muchos bailarines hacen roles de Primer Bailarín aunque legalmente no lo sean. Entonces no reciben los derechos de la categoría que en la práctica desempeñan pero que ningún concurso les permite poner a prueba ni ganarse sus derechos. 18 años sin concursos en un ballet equivalen a quemar, a anular a dos generaciones de bailarines”.

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4- La reacción de Paloma Herrera ante la cancelación de la temporada:
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1317945

5- Testimonios de bailarines del Ballet Estable del Teatro Colón, del sábado 23 de octubre de 2010:
http://www.diarioperfil.com.ar/edimp/0514/articulo.php?art=25000&ed=0514

6- Historia reciente del conflicto: carta de los bailarines al director del Teatro Colón, del 7 de octubre de 2010:
http://www.buenosairessos.com.ar/articulo/ballet-estable-teatro-colon

7- Página Web oficial del Teatro Colón:
http://www.teatrocolon.org.ar/

8- Página Web de algunos artistas del Teatro Colón:
https://habituesdelteatrocolon.wordpress.com